Thursday, July 06, 2006

En algún lugar es la infancia

Llora, oh Noche!, sacude tus
pupilas! Los héroes esperan en la
quietud de tus párpados.
Cielo blanco, impávido, ni una
brisa roza las hojas calladas.
La humedad duerme en las
paredes transpiradas.
Los perros lejanos anuncian a coro
la medianoche. Hora fatal, la mía,
la del humano, la del que piensa que
debe medir las horas. Pero nunca se
sintió tal filoso silencio; ...quisiera
algún ruido que me diera la vida, siento
el despreciable aliento de la cotidianeidad,
pliego y repliego mi cuerpo, carcasa oxida-
da que debe volver y volver a percibir
el pulso de su tiempo, el bullir vertigi-
noso de la sangre, máquina bajo piel
que transporta ilusiones. Sangre. Ssueños.
Sangre. Húmeda noche tras otra húmeda noche.
Busco el refugio, el calor de la luz. La
oscuridad del pensamiento parece desvanecerse
ante los destellos, ante los ruidos de las
cosas quietas. Ya no temo, en algún lugar
es la infancia.

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