Friday, September 12, 2008

"... Recorrió con su mirada el cielo plomizo y reconoció en
silencio cada uno de los pasos que vendrían a continuación
en la historia... Porque nuestra vida está plagada de silencios
recónditos y desconocidos que aún no hemos alcanzado.
Ella podría, a través del tiempo, haberse vestido de sombra,
ser sólo eso: una sombra. Un vestigio.
Una posibilidad de ser.
Él quiso, en algún momento, hacer lugar a ese silencio.
Las etapas que vinieron fueron despliegues de luces y sombras,
que transmutándose, solapaban el versátil entretejido de sus
espacios como una vasta pintura muda en su esplendor.
Los techos se bañaron de noche.
La seda de sus párpados acarició el entramado. Como si poco
a poco se gestara un universo... ella creó su noche con su canto...
Él, siempre al filo de sus temores, en el límite mismo de su miedo...
Sólo paulatinamente se iría entregando a los brazos de la noche.
Con miedo aún soltaría las amarras, se lanzaría al vacío de su rezo... "